Rubén Santiuste, CEO de UECKO nos explica la filosofía de la firma que va más allá de la mera posesión de bienes materiales. “No buscamos simplemente ofrecer armarios de lujo, sino crear una experiencia que refleje la autenticidad y el estilo de vida de nuestros clientes”. Esta declaración enfatiza la importancia de la identidad y la autoexpresión a través de nuestros productos. “Para nosotros, un armario o vestidor UECKO no es solo un mueble; es una extensión del ser, un reflejo del gusto y la personalidad de cada individuo. Se trata de valorar el ser sobre el tener, y de cómo un objeto de diseño excepcional puede enriquecer la vida cotidiana, elevando el sentido de uno mismo. Así, cada de nuestros productos se convierte en una pieza clave en la narrativa personal de nuestros clientes, ayudándoles a contar su historia de manera única y elegante.”
La historia de UECKO nace de la pasión de Vicente Santiuste, quien desde su juventud en Madrid encontró en la madera y la ebanistería una forma de expresar su amor por la naturaleza. En 1993, transformó ese deseo en un sueño: crear una firma que fusionara diseños personalizados con calidad, funcionalidad y lujo. Hoy, UECKO mantiene viva esa visión, convirtiendo cada detalle en un tributo a la tradición y cada diseño en una obra de elegancia y exclusividad.
Un gran desafío, una experiencia, artesanía y modernidad, espacios y personas … Todas estas percepciones son los valores de mi relación con la marca Uecko. El sentimiento de la madera, la atemporalidad de piedras milenarias o la relación de nuestros vidrios entre luz y volúmenes.
Valores de empresa y familia, componen un proyecto increíble e ilusionante del que nuestro equipo creativo ha tenido la suerte de poder recorrer camino juntos. Confianza y responsabilidad mutua que nos llevan a proponer conceptos como NARA. Herencia de estéticas japonesas interpretadas desde nuestra tierra. Atemporalidad y equilibrio para espacios humanos, componiendo arquitecturas impecables.